Lucía y Olga se encontraban sentadas en uno de los
sofás, charlando distendidamente después de terminar de vaciar todas las
maletas y de colocar de forma más o menos ordenada sus respectivas
habitaciones. A los diez minutos llegó Emilia resoplando, y cayó en el otro
sofá como una losa.
- ¡Buf! Yo no sé cómo he podido subir todas
esas cajas por el mini ascensor que tenemos… Y encima todo desparramado por el
suelo, menos mal que estabais aquí para ayudarme. Ha sido una locura.
- ¿Cómo está Rodolfo? – preguntó Lucía divertida.
- Ha sobrevivido, pero
tengo que bajar luego a comprar una pecera, porque no he podido traérmela de
casa. Bueno contadme, ¿lleváis mucho tiempo en el piso?
- Pues Lucía ha llegado un
poco antes que tú, y yo he llegado esta mañana con mi novio, pero nos hemos ido
a comer por ahí así que tampoco llevo demasiado tiempo en el piso. Es muy
bonito, ¿verdad? - las chicas sonrieron – ya le he dicho a Lucía que la cocina
es genial, y el salón también, claro. Mira Emi, el rojo del sofá hace juego con
el tono de tu pelo. ¡Me encanta! ¿Es natural?
- ¡Gracias! Si, hace unos meses me di unas
cuantas mechas y se me ha aclarado un poco el color, pero soy pelirroja desde
siempre, herencia de mi madre.
- Pues es genial. Por
cierto, ¿empezáis las dos mañana las clases? - asintieron- Yo estoy ya
nerviosa, y eso que es mi quinto año de carrera. ¿Dónde habéis estado los años
anteriores?
- Yo he estado tres años
en una residencia universitaria, así que es mi primer año en un piso. Y quería
irme con gente nueva porque la mayoría de las chicas con las que me llevaba el
año pasado siguen en la resi o ya han terminado la carrera - Lucía sintió un
poco de nostalgia - ¿y vosotras?
- Yo estuve en una residencia también al
principio, dos años, y los otros dos en un piso, pero mis tres compis
terminaron la carrera así que me quedé sola con mi último año… ¿Y tú Emi?
¿Dijiste que este es tu tercer año, ¿no?
- Sí, el tercero. Pues me
fui a un piso desde el principio, y el primer año genial, pero el segundo
cambié de piso y de compañeros y no fue la cosa muy bien que digamos la verdad…
Me fui con dos amigos de la carrera, y durante el curso estuve liada con uno de
ellos, pero luego el otro me tiraba los trastos… un lío de la leche. Lo pasé un
poco mal, si lo llego a saber no me voy con ellos ni de coña.
- ¿En serio? - Olga la
miraba alucinada - parece el trío amoroso de una peli... ¿Y
cómo terminasteis?
- Con el otro
chico, Carlos, no pasó nada. Y estuvo mucho tiempo rehuyéndome, pero al
final acabamos como amigos. Y con Samuel... en realidad casi no he
vuelto a hablar con él. Ya no nos llevamos como al principio.
- ¿Pero a ti te gustaba? - esta vez fue Lucía
la que preguntó, que había comenzado a tener mayor interés por la conversación.
- Si, supongo
que si, pero al final con lo de Carlos me hice un lío y... - en ese momento
sonó su móvil desde la habitación - pero ya os contaré más cosas si queréis,
que la historia es larga - añadió antes de salir disparada para coger el móvil.
A los cinco segundos cerró la puerta de su cuarto y Olga y Lucía intercambiaron
miradas pensativas.
- A mí no me pasaban
cosas así el año pasado - Lucía rio- me cae bien, parece maja. Y habla muy
deprisa ¿verdad?
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